Sánchez el dadivoso: los abonos de los trenes de Cercanías serán gratis a partir de septiembre
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comenzado su discurso en el Debate del Estado de la Nación tirando de chequera. Después de hacer un repaso a la mala situación económica que atraviesa España, al mismo tiempo que se ha quitado toda responsabilidad, ha hecho una serie de anuncios para los próximos meses y años.
Uno de ellos ha sido el de bonificar al 100% todos los abonos que dependan de Renfe desde el próximo 1 de septiembre. Las arcas del Estado correrán así con el gasto de todos los desplazamientos de Cercanías, Rodalies (la red catalana) y media distancia.
Sánchez también ha puesto tope a esta medida: tendrá efecto desde el primer día de septiembre hasta el último del año, el31 de diciembre de 2022.
El Gobierno ya hizo un anuncio en esta misma línea en el último paquete de medidas aprobado para paliar la crisis. Entonces decidió bonificar los bonos de viaje hasta el 50%. Ante el empeoramiento de los datos económicos, el líder del Ejecutivo ha decidido ampliarlo hasta el 100%.
«Me voy a dejar la piel para defender a la clase media trabajadora del país», ha afirmado el presidente durante su discurso.
«Soy plenamente consciente de las dificultades cotidianas de la mayoría de la gente. Sé que el salario cada vez da para menos, que cuesta llegar a fin de mes, que la cesta de la compra cada vez es más cara. Me hago cargo», ha asumido el Sánchez.
Más anuncios
Sánchez también ha anunciado este martes en el Congreso la próxima aprobación de dos nuevos impuestos temporales a las entidades financieras y a las grandes compañías energéticas para recaudar aproximadamente unos 7.000 millones de euros en dos años.
El presidente ha informado de que el impuesto a «los grupos dominantes» del sector eléctrico, gasista y petrolero estará en vigor durante 2023 y 2024 y buscará recaudar 2.000 millones de euros al año de los beneficios extraordinarios de estas empresas en 2022 y 2023.
Asimismo, ha anunciado un nuevo impuesto dirigido a «las grandes entidades financieras que ya han empezado a beneficiarse de la subida del tipo de interés». Este impuesto, ha explicado, tendrá una duración de dos años y buscará recaudar 1.500 millones cada año.